miércoles, 12 de octubre de 2011

Ferias de Magangué

 FERIAS DE MAGANGUÉ

POR:
LILIA SAMPAYO
VERONICA YEPEZ RODRIGUEZ

DEP: DE C. SOCIALES

INSTTUCIÓN EDUCATIVA SAN MATEO

MAGANGUÉ - BOLÍVAR

2009



LAS FERIAS GANADERAS.


 Feria Ganadera de 1939

LA FERIA DE MAGANGUE
La Feria de Magangué, que comenzó a tomar vida a mediados del Siglo XIX, fue, antes propios y extraños y a nivel nacional e internacional, uno de los acontecimientos comerciales que conmovió, sobre todo, la trashumancia de viajeros en busca de aventuras comerciales. Su fama traspuso los linderos nacionales y trascendió a las islas del Caribe y, si bien es cierto que las vías de comunicación, para la época, estaban circunscritas a las que ofrecía la navegación fluvial y un poco los intransitables caminos reales de la época, también lo es Magangué, como epicentro de sus festividades religiosas en honor de la Virgen de las Candelas, ocupaba un lugar preferencial al cual podían acudir, en tortuosas jornadas, los judíos y la gitanería de las islas caribeñas, al igual que los mineros del norte de Antioquia que, desde las Minas de Guamocó, Zaragosa y Remedios, entre otras, abastecían el oro para las artesanías momposinas y favorecían un comercio expedito, ya que, para la época, estaba prohibida la exportación de este metal a la Madre Patria.
Se dimensionaba también una avalancha de habitantes de los Santanderes que, para la época, utilizando la navegación de los champanes, traía hasta doscientos arrobas de bocadillo veleño, para repartir por toda la Costa Atlántica.
Los comerciantes traían, además, “los afamados sombreros de Suaza de Neiva, las mantas del Socorro, los cacaos neivanos, los soches y vaquetas de Guaduas, las esteras de El Banco y Chiriguaná, los machetes de Real de la Cruz, las afamadas hamacas y los caballos de Corozal, el bálsamo de Tolú y mil `productos mas, inclusive de carácter exótico, que provenían de las islas del Caribe.
Eran de destacarse, como aporte sabanero, los briosos caballos y las mujeres de Corozal, que adornaban la feria, y en este trafico de fantasía y de locas ilusiones, la gitanería armaba sus jugadas, los tahúres, el licor y las damiselas en busca de aventura, creaban otro mundo para quienes habían venido en busca de diversiones.
Es de tenerse en cuenta que, en un poblacho que apenas alcanzaría a tener mil habitantes, el sistema hotelero era casi nulo y , quienes planeaban con anticipación el disfrute de la feria, alquilaban, a precios de usura, las viejas casonas de palma de los habitantes de la ciudad, quienes iban a refugiarse, mientras tanto, donde sus parientes y amigos y, cuando se cerraban los caminos para encontrar hospedaje, la multitud armaba berbechos de ramas y palmas para abrigarse de la intemperie y pasar los días 2,3,4 y 5 de Febrero, que no estaban propiamente dispuestos para dormir y magancear.
Magangué, por su cercanía con la “Ciudad Valerosa”, era centro privilegiado a donde llegaban, por el “Camino de Jerusalén”, los contrabandos y las mercancías que entraban furtivamente del viejo continente y , por ello, era tan fácil encontrar en la feria las artesanías nativas, como los mas finos aderezos venidos de la legendaria Europa.
Jamás volveremos a presenciar el espectáculo maravillosos que presenciaron nuestros antecesores, sobre el maravillosos Yuma, donde se confundían champanes venidos desde los mas lejanos rincones de la Patria, hasta barcos, con estructura para navegar en el mar, que traían un canto tropical desde las caribeñas islas que se volcaban sobre Magangué.

DIFERENCIAS ENTRE LAS LEGENDARIAS FERIAS DE LOS SIGLOS XIX, XX Y LAS ACTUALES.
Las antiguas ferias de Magangué no solo eran ganaderas, sino Ferias Comerciales, acá se intercambiaban la mayoría de los productos artesanales e industriales no solamente del Caribe colombiano también de las islas del Caribe y de la parte   de los departamentos como Santander, etc. Hoy en día estas Ferias a pesar que trata de darles un carácter artesanal, de apoyar por todos los medios la industria y las artesanías, estas son inferiores por todo y prevalece una especialidad que es la muestra de caballos de raza, que por esta época abundan en Colombia de calidad extraordinaria, De tal manera que la diferencia es enorme y ya no hay la afluencia que había en otras épocas de productos industriales, pero falta volver a traer esa misma tradición para  que volvamos a tener una feria que muestre productos agrícolas, maquinarias, formas de transformación de la tierra, todo eso hace falta y esa es la aspiración, volver a recorrer los pasos que recorrió en antaño la Feria de Magangué.
Suspensión de las Ferias a finales del Siglo XIX.
Las ferias de Magangue se acabaron prácticamente con la Guerra de los Mil días porque históricamente las guerras intestinas en nuestro país han atentado contra la actividad industrial, comercial y la civilización, la guerra destierra a la gente de asistir a eventos por múltiples motivos, por lo cual es enemiga del progreso y del desarrollo de un país o región.
Estas ferias se intento revivirlas en la década de los años 30, cuando siendo alcalde de Magangué Don Juvenal Viñas Morales por allá en el año 1937, comenzaron a realizarse unas ferias, donde la última fue en 1.939 tratando de imitar algo de las legendarias ferias, pero apenas estas fueron un remedio. Sin embargo, lo que se dice que desde entonces no ha vuelto a haber ferias es totalmente falso, por que actualmente se les está ofreciendo a Magangué y la región la treceava feria con características fundamentales. Esta no es una feria cualquiera y tiene un prestigio bien ganado, sobre todo a nivel de la Costa Atlántica y de los pueblos del río Magdalena; que tuvo una interrupción con un gobierno municipal que entendió la feria como una pachanga, como una exhibición de ritmos, como una traída de orquestas suntuosas, eso no fue feria durante un interregno de cuatro años. Fue un remedo de ferias.  La verdadera feria la legitima, la propia es la feria que la Junta organizadora esta ha querido rescatar, como una feria equina, industrial, artesanal, con muestras alimentarias y costumbres de la Costa y que se ha considerado como una de las mejores ferias ganaderas de la Costa Caribe.
Importancia de la Feria Ganadera para Magangué.
Para Magangué es fundamental esta celebración anual, no solamente por lo que aporta como feria, por que esta da una posibilidad de un mostrario de ganado de distintas especies traídas de diferentes regiones, aquí el estudiante va a conocer las distintas ganaderías, a va a conocer ganado tipo leche, tipo indubrasil y en todas sus variedades, el pardo suizo, el holstein, etc. De tal manera que es una escuela de aprendizaje y a la feria se le agrega por lo menos un conferencista eminente año tras año dictando conferencias ilustrativas sobre la ganadería. El solo hecho de tener jueces sabios que califican al ganado, son cátedras que se dan para el conocimiento de la ganadería y en este sentido la Junta Organizadora viene trabajando para que el evento sea un éxito en todos los sentidos.
La fe religiosa por la Virgen Morena de la Candelaria, fue y sigue siendo de tal magnitud, que en el siglo XIX la peregrinación el día 2 de Febrero en este puerto llego a ser tan numerosa, que dio origen a un intercambio sociocultural y comercial de primer orden en el país, que las nuevas generaciones a partir de la segunda mitad del siglo XX oímos mencionar con el nombre de Las Ferias de la Candelaria. Su primer versión fue en el año de 1858 y oficializadas en 1876, siendo presidente de Colombia Don Aquileo Parra, quien asistió muchas veces a ella, las apoyó y reseñó en sus memorias.
Por otro lado la privilegiada posición geográfica de Magangué, fue factor fundamental para consolidar el éxito comercial de las Ferias, por la influencia y convergencia de las cuatro cuencas hidrográficas y los valles de los Ríos Magdalena, Cauca, San Jorge y las subregiones de Tiquisio, la Mojana y las Sabanas del Bolívar Grande, con la navegación fluvial por el Brazo de Loba ( que pasa por Magangué) que se incrementó a partir del año 1.870, los comerciantes movilizaban sus cargamentos en barcos de vapor y grandes champanes, desde le interior del país, la costa Atlántica y de las islas del Caribe.
Se sabe que desde 1854 y principios del siglo XX, el 2 de Febrero de cada año se efectúa en Magangué la Gran Feria de La Candelaria. En un solo día se realizaban grandes transacciones comerciales; con palabra de honor se daba cumplimiento a compromisos adquiridos en el año anterior. De igual manera se pactaba mano con mano honrada, nuevos compromisos para la feria siguiente. En la noche había gran celebración. Aprovechando la comunicación de la Costa y las Sabanas de Bolívar, Sucre y Córdoba con el interior por el río Magdalena, teniendo como centro a Magangué, venían comerciantes toda clase de mercaderes, ya que aquí a mediados del siglo pasado y principios del siglo XX, el día de la feria se compraba, se vendía, se conseguía de todo. La gente provenía del país y del exterior, pues la feria fue famosa.


PRIMER ENCUENTRO AGROINDUSTRIAL, ARTESANAL Y PESQUERO DEL SUR DEL CARIBE
Por iniciativa de un grupo de ganaderos, profesionales y técnicos de la región, se propuso la realización de un ENCUENTRO AGROINDUSTRIAL, ARTESANAL Y PESQUERO, con el apoyo de la Administración Municipal, en cabeza del Doctor Jorge cárcamo Alvarez y con el slogan “REVIVAMOS NUESTRA FERIA, este certamen fue todo un éxito, el cual se realizó en las Antiguas instalaciones de COMERCALCO, donde participaron todos los sectores de la economía agrícola, pecuaria, industrial, artesanal, pesquera y cultural del Sur del Caribe colombiano.
Este evento se realizó en el mes de Noviembre de 1993 y se volvió a realizar en la misma fecha al año siguiente 1994. Con rotundo éxito.

FERIAS AGROPECUARIAS, INDUSTRIAL, ARTESANAL Y PESQUERO DEL SUR DEL CARIBE Y EXPOSICIONS EQUINAS.
Por la gestión de la Secretaría de Agricultura Municipal COMERCASUR y el apoyo incondicional del Alcalde Alfredo Posada Viana, se logró el lote ante el IDEMA, cuya extensión es de 8 has 6.000 mts2, que cedió el IDEMA al municipio en donación, siendo Ministro de Agricultura el doctor Antonio Hernandez Gamarra, sinceano y el Doctor Enrique Ruiz Raad, magangueleño, Gerente General del IDEMA, fue entonces en el mes de Febrero de 1995, que se colocó  la primera piedra del coliseo, con la bendición de Monseñor Armando Larios y la asistencia de altas personalidades del gobierno central. Ese día se firmaron las escrituras de donación.
El ministerio de Agricultura y desarrollo Rural, se comprometió en cofinanciar el Estudio de Factibilidad de la Subasta Ganadera de Magangué, realizado por FEDEGAN. Lo cual facilitó la cofinanciación de la construcción de las instalaciones de la Subasta Ganadera, con inversión superior a $110.000.000, cofinanciados por el ministerio de Agricultura, la Alcaldía Municipal de Magangué y COMECASUR. Así mismo la  gobernación de Bolívar aportó el encerramiento general del Coliseo de Ferias.
En el año 1996 se inaguraron las anteriores obras en el marco del a Tercera Feria Agropecuaria, siendo presidente de este el Dr. Ricardo Botero Maya.




HISTORIA DE MAGANGUE
Me cuentan mis antepasados que Bandas de músicos tuvieron su surgimiento inicial en Magangué, en las décadas finales del Siglo XIX. Las históricas y renombradas Ferias Ganaderas de Magangué, se celebran con la eventual llegada de los mercaderes y se rebustecia el fervor a la Virgen de la Candelaria, con severas procesiones de humanas columnas con velas encendidas y entusiastas jugadores de gallos, cucurubá, naipes, ruletas y boliches. Aumentaban la euforia popular, los maromeros de vistosos uniformes multicolores y no faltaba por aquellos tiempos la fantasía de atrevidos “paisas” que trepados en globos escrutaban el espacio, para luego aterrizar en forma espectacular en los potreros cercanos, o caer en nuestro viejo Caño de Baracoa
A esta fiestas concurrían nuestros abuelos, cantando desde tempranas horas de la noche al compas de la “Tambora”, los “Tres Golpes Mamá” y las muchachas adornaban su virginal cabeza banderolas alusivas y fragantes flores y perfumes , entretanto que el loco Evaristo, bajo un traje raido, hacia asomar a los vecinos cantando “ la múcura está en el suelo, mama´ no puedo con ella” que hoy hace furor en los nuevos ritmos de Colombia y del mundo.
Tambores, guacharacas y gaitas, en su arcaica armonía, retumbaban al son del currulao y del merengue, que con un haz de velas encendidas bailaban en alternados “baratos” nuestros abuelos, y se despedían con “Adios Vicente”, al menudear de los gallos. Las muchachas cantaban las canciones compuestas por parranderas y bohemios lugareños, enamorados de guitarra y tiple y seguidillas del repertorio gitano, asimiladas al gusto popular. Fue así como los moradores de Magangué y sus contornos, oyeron por primera vez con alborozo, las notas melodiosas del vals y la mazurca, de la polka y de la danza, y que el gusto de la gente del pueblo fue acogiendo.
Habla, además de la Feria de la Candelaria, la de San Antonio, que tenia lugar el 18 de Junio de cada año, también en magangué y la del 14 de septiembre en San Benito Abad, que complementaban nuestra feria, pero apenas la imitaban pobremente.
Las guerras civiles, que tanto abundaron y que tanto males trajeron a la República en las postrimerias del siglo XIX, dieron al trate con ferias de Magangué que, lentamente, fueron tomando el camino del olvido, frente a los signos de violencia que han venido a entrabar, desde siempre, el progreso, no solamente de nuestro municipio, sino de Colombia, sin descartar, además, la circunstancia del auge que había tomado la navegación fluvial con el aumento de los buques a vapor, que comenzaban a abrir a Magangué hacia otras perspectivas comerciales, como la ciudad de Barranquilla.
La feria de Magangué, como ente multifuncional, donde no sólo había un expedito movimiento de ganado, artesanías y productos manufactureros, puede decirse que sucumbió por obra y gracia de la Guerra de los Mil Días.
Para entender el valimiento de la Feria de Magangué, presentamos los decretos que la reglamentaron, especialmente las leyes del 10 de noviembre de 1.868, de impuesto sobre la renta, y su adicional y reformatoria de 5 fr noviembre de 1.869, extractado de la Gaceta Departamental de Bolívar:
           El P.C. del Estado Soberano de Bolívar decreta que la junta calificadora de la renta de la Provincia de Magangué, tendrá las sesiones extraordinarias en los días 28 a 30 de enero, 8 a 10 de junio y 9 a 11 de septiembre de cada año con el objeto de calificar la renta de los que concurran a la feria de Magangué, a ejecutar alguna a algunas de las operaciones de que trata el articulo 25 de la ley 0 de noviembre de 1869, de impuesto sobre la renta.
Posteriormente, por el año de 1935, algunos ciudadanos cívicos trataron de retrotraer los valores de la feria de la Candelaria, pero olvidando, definitivamente, la diversidad y el aporte foráneo.
En 1995, el ministerio de Agricultura contrató con FEDEGAN tres estudios de comercialización de ganado en pie, que incluía tres regiones de la Costa Atlántica: Magangué (Bolívar), Sincé (Sucre) y Villanueva (Guajira). Los dos primeros fueron aprobados y a Magangué se le asignó un cupo de 300 animales, otorgándole la administración a COMERCASUR.
Cabe anotarse que el martes 16 de diciembre de 1997 se realizó la primera subasta ganadora en dicho coliseo.
Continuando con el desarrollo de la IV Feria, recordamos que esta se inició con una cabalgata que partió de los kioscos modulares de San Martín.
El viernes 31 de octubre hubo clasificación de la muestra de ganado de doble propósito y el concurso individual de vacas lecheras; hubo concurso de caballos de vaquería, juzgamiento de trote y galope a la cuerda, juzgamiento de trote y galope ensillado e imnaugración de la primera exposición equina grado B.
El Domingo 2 de Noviembre se inició con el ordeño y el concurso individual de vacas lecheras, y continuo con la evaluación de la muestra de ganado de doble propósito y la premiación, donde el primer puesto fue para la Ganadería XB de Lucia Maya de Botero, finalizando con la muestra del hato y exhibición de los ejemplares campeones.
El mejor ordeñador en este día fue Alejandro García, de la ganadería La B.
Hubo muestra agrícola de plantas ornamentales y bonsáis, concurso de chalanes y amazonas, concurso canino, remate de estrellas, juzgamiento de asnales y mulares, trocha, paso fino y clausura de la exposición equina grado B.
En concurso de caballos de vaquería compitieron ocho jinetes y el primer puesto fue para Argemiro Casas de la hacienda Rancho Grande.
El concurso de equinos fue avalado por la Federación Equina de Caballistas Sucreños Colombianos, CASCO, con la dirección técnica de Jesús Pinedo Revollo.
Allí sobresalieron, en trocha y galope, el caballo “Tornado” de Santa Mónica, de propiedad del doctor Hugo Atencia  Villareal, la yegua “Pagina del Ocho” de la pesebrera La Bucaramanga de Sincelejo y “Lluvia” del Chaparral de Magangué.
En trocha, sobresalieron el caballo “Whisky” de Chihuana de Hugo Atencia Villareal, del criadero Luisa Fernanda de Pacho y en cuanto a yeguas, fue galardonada “Prisionera” de la pesebrera La Bucaramanga de Sincelejo.
El paso fino Colombiano lo ganó el caballo “Guapo” del Ocho de Rodrigo Hernández de Sincelejo y en yeguas, la ganadora fue “Zarina” de Xochimilco de propiedad de Hernán Ruiz.
En el año de 1999 se llevó a cabo la V feria Agropecuaria, Industrial y Artesanal del sur del Caribe, en el coliseo propio. La feria fue abierta el día miércoles 5 de noviembre, con una cabalgata para niños a las 3:00 PM y otra para adultos, a las 3:30 PM. El viernes en la noche hubo un hermoso espectáculo pirotécnico en el coliseo.
El sábado 6, continuo el programa, con ordeño para concurso, evaluación de la muestra de ganado de doble propósito, concurso de caballos de vaquería, remate de ejemplares bovinos y la trote y galope, trocha y galope.




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